sábado, 16 de marzo de 2024

PENA DE ASESORES, SANTO PADRE

Querido Papa Francisco:

Veo difícil que estas líneas le lleguen, pero que no quede por no escribirlas. 

He visto en las redes sociales que el día que cumplía 11 años como papa -felicidades y oraciones- ha recibido a la cúpula de Religión Digital, un medio español de información religiosa. Le acompañaban también en el encuentro de media hora el P. Ángel García y la religiosa Sor Lucía Caram. 


Desconozco, santo padre, quién le asesora sobre qué audiencias tener y la orientación sobre las mismas. Permítame que le señale tan solo algunos detalles para que caiga en la cuenta de que ciertos apoyos que le dan son perjudiciales para su propio ministerio. 

Este medio de información religiosa ha difamado públicamente a algunos sacerdotes a los que descalifican por no tener una línea de pensamiento afín a su línea editorial.

En el siguiente enlace puede ver una noticia sobre la presunta vacunación de algunos sacerdotes en la época del covid. No tienen pruebas ni saben el nombre del sacerdote o sacerdotes que presuntamente se habrían vacunado indebidamente. Pero aprovechando la circunstancia, mencionan a tres de ellos, que de ninguna manera recibieron esa dosis. Además, uno de ellos -el P. Jesús Silva- ni siquiera vive en esa localidad, sino a más de 25 kilómetros de la misma. 

Artículo señalando a sacerdotes presuntamente vacunados

Recientemente también el P. Patxi Bronchalo ha vuelto a ser mencionado por este medio en un artículo que habla de la "Fachosfera católica" en un asunto que nada tiene que ver con él. Es una auténtica pena. 

Otra de las campañas más sangrantes de Religión Digital fue la dirigida contra Mons. Javier Martínez, arzobispo de Granada. En un presunto caso de abusos sexuales por parte del clero, en el que usted -santo padre- acabó recibiendo al propio Martínez en la sacristía de la residencia santa Marta, y en el que finalmente se absolvió al sacerdote, RD estuvo meses señalando al arzobispo como culpable de encubrimiento. Fue bastante repugnante el modo de proceder de este medio. Por supuesto, ninguna rectificación ni petición de perdón por tratar de tal manera a un sucesor de los apóstoles. 

Los ejemplos, santo padre, podrían seguir. Pero dejémoslos aquí. 

Entiendo que si usted les ha recibido y les ha animado a seguir en su línea es porque no conoce bien de qué línea se trata. Y eso es labor de sus asesores. 

Supongo que son los mismos que le informaron sobre la vicepresidenta de España, Yolanda Díaz, a la que despidió en su último encuentro con ella orientándola a que "no afloje" y "siga apretando". Díaz es experta en apretar a favor del aborto como derecho, de la eutanasia como derecho, de la ideología de género (ley trans, hormonación de menores sin consentimiento paterno, adopción por parte de parejas del mismo sexo); experta en poner la potestad del estado por encima de la de los padres en la educación de los hijos; experta en pactar con fuerzas políticas que no condenan los asesinatos de ETA, entre otras líneas.

En la reunión del pasado 13 de marzo, santo padre, también se encontraba la religiosa sor Lucía Caram, que junto a su obra social de ayuda -Dios la bendiga por eso- ha expresado públicamente opiniones contrarias a la fe y moral de la Iglesia: negando la virginidad de María, negando la verdad de la sexualidad que encuentra su verdadero sentido en el matrimonio (como usted mismo ha vuelto a reafirmar en Fiducia Supplicans). 

Santo padre, pida a sus asesores que le asesoren mejor. Provoca escándalo ver que con su autoridad son aparentemente justificadas actitudes contrarias a la fe, la fe que usted debe confirmar en todos nosotros. 

Dios le bendiga. Rezamos a su favor.   


jueves, 17 de agosto de 2023

JMJ Lisboa 2023: Más vivo que nunca

Nietszche pronunció hace siglo y medio que Dios había muerto, y sin embargo yo le veo más vivo que nunca, si se me permite la expresión. En estos trece años como sacerdote he visto su acción salvadora en innumerables ocasiones. La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa en este mes de agosto ha sido un momento privilegiado para palparlo. También la Iglesia está muy viva, aunque hayan tratado de acabar con ella tantas veces en la historia (desde el año 33 hasta nuestros días). Es cierto que pasa por un momento de fuertes tempestades, pero es por tanto un momento para la fidelidad, la entrega y la confianza. La JMJ ha sido un buen impulso para ello. Os cuento lo vivido allí estos días. 




27-30 de julio. Tuy


La Delegación de Juventud de la Diócesis de Getafe -a la que pertenece la parroquia de Ciempozuelos en la que sirvo- propuso como preparación para la JMJ unos días de convivencia, descanso, oración y formación en la preciosa localidad gallega de Tuy. Y fueron unos días estupendos. La belleza del paisaje -las montañas de fondo, el verde intenso de los pastos, el Miño despidiéndose de la tierra rumbo al océano- nos ayudó a todos a entrar en la belleza de la vida de la Iglesia. Somos un pueblo formado por los alcanzados por Cristo -o los que quieren serlo, los que lo buscan, los que lo intentan- y por eso un pueblo que se dirige a Él para agradecerle, alabarle, bendecirle y pedirle. Por eso fueron días de oración compartida, en los laudes matutinos, en la capilla abierta con Cristo Eucaristía expuesto todo el día, y especialmente en la santa Misa, presidida todos los días por nuestro obispo, Mons. Ginés García Beltrán. No valoramos suficientemente lo que significa que un sucesor de los apóstoles nos acompañe y nos presida los misterios de Cristo. Los obispos son presencia de la sucesión apostólica, un eslabón en la cadena que nos une directamente a Cristo; esto no lo tiene ninguna otra religión, evidentemente, ni ninguna versión moderna pseudo-cristiana. Alguna vez le he preguntado a los testigos de Jehová cómo unen su realidad -nacida en el S. XIX en Estados Unidos- a Jesucristo. Yo les indico que la Iglesia católica tiene una sucesión directa e ininterrumpida por medio de los obispos, y algún interlocutor se ha quedado pensativo (que ya es un paso). 




Pero en Tuy el plato fuerte fue la formación. Charlas, conferencias y talleres jalonaron tres días muy intensos, y sirvieron para profundizar en multitud de aspectos de la vida y experiencia cristiana: desde la oración, el conocimiento de la Sagrada Escritura, los métodos de evangelización para adolescentes, jóvenes, alejados… hasta la cuestión de la llamada vocacional, la oración de alabanza y la vida en el Espíritu; cuestiones de bioética, la prevención del suicidio y las autolesiones, la vivencia sana de la sexualidad -especialmente iluminada por la teología del cuerpo de san Juan Pablo II-, la dimensión misionera de la Iglesia, la evangelización en internet, el diálogo entre las distintas realidades de la Iglesia que acompañan a los jóvenes, la lucha contra la pornografía, y contra la ideología de género (¡magnífica la ponencia “nadie nace en un cuerpo equivocado”!), así como testimonios de vida preciosos como los de Dimitri Cornejo o Carlota Valenzuela (abajo os pongo enlaces a las charlas principales)


Catequesis y homilías JMJ Diócesis de Getafe


Encuentro Diocesano en Tuy de la Delegación de Juventud de la Diócesis de Getafe. Previo a la JMJ


También hubo momentos de sana diversión y esparcimiento, ¡y qué bueno que los haya! Es estupendo pasarlo bien, y hacerlo de un modo sano. Hubo mucha música, y bailes, y deporte, y baño en el río y la piscina, y juegos improvisados, y un concierto y un momento de música disco. Y alguna cerveza (los que la toman). Y yo creo que está bien así. A mi modo de ver un reto educativo con nuestros jóvenes es animarles y orientarles en la vivencia de un ocio saludable, divertido y no dañino, ni para ellos ni para los demás. Veo que hay gente que opta por aconsejar a los jóvenes que huyan de los ambientes de ocio. Y otros que les parece perfecto que los habiten todos. Creo que es necesario ayudarles a descubrir los criterios para que disciernan dónde se puede estar siendo ellos mismos, y dónde no vale la pena que permanezcan. En el exceso no merece la pena estar y desgastarse. En el sano esparcimiento, sí. En fin, hasta aquí la reflexión. 





Los momentos más fuertes e intensos de esta convivencia en Tuy fueron la Hora Santa y el Rosario de antorchas, hermosamente acompañados por el elegante coro que elevaron el alma (¡gracias!). Me consta que en esos momentos de oración ha habido jóvenes que han experimentado el abrazo de Cristo y la presencia de María. Y esto deja huella en la vida, es un antes y un después, es una hora que se queda marcada en el alma. Seguramente las múltiples confesiones que tuvieron lugar esos días -con turnos de confesión de 8 horas al día, y más confesiones fuera de ellos- ablandaron los corazones para que cayera la buena semilla y encontrara tierra buena. La semilla fue lanzada abundantemente -valiosas predicaciones de D. Ginés y de mis hermanos sacerdotes- y la semilla entró en muchas almas. Bendito sea Dios. 





Siquiera un mini-párrafo merecen los organizadores del evento. Magnífica la entrega del equipo de la Delegación de Juventud, formado fundamentalmente por jóvenes laicos, capitaneados por Quique Alonso -el delegado-, acompañados por el P. Rubén Herráiz -subdelegado-, que coordinaron a casi un centenar de jóvenes voluntarios, joya de la corona. ¡Bravo por ellos!


El 31 de julio, fiesta litúrgica de san Ignacio de Loyola, los mil doscientos participantes de Tuy nos desplazamos hasta Lisboa para vivir los días centrales de la Jornada Mundial de la Juventud. Allí se nos unieron otros 800 jóvenes de la diócesis. Comenzaba la segunda parte de la aventura. 


31 de julio-6 de agosto. Lisboa.


La experiencia lisboeta comenzó con la instalación de los jóvenes -y sus acompañantes : )- en un colegio de secundaria situado en el barrio de Parede, perteneciente al municipio de Cascais. Allí pasaríamos las noches en nuestros sacos de dormir sobre esterillas los siguientes días. Forma parte de estos encuentros experimentar el cansancio, dormir en el suelo, compartir “habitación” con varios cientos de hermanos… Aunque debo decir que de los sacerdotes tuvieron misericordia y nos permitieron dormir en una sala varios de nosotros.


La tarde del 31 estábamos convocados al encuentro de españoles junto al famoso casino de Estoril. Unos 40.000 peregrinos procedentes de España -que muchos vienen a su vez de los países hermanos de Hispanoamérica- nos congregamos en un gran parque a escasos metros de la playa para celebrar juntos la santa Misa. Evidentemente celebrar la Eucaristía en un parque con varias decenas de miles de asistentes y rodeados por calles donde transitan, hablan y bebe quien quiere, pues no es lo más recogido del mundo. Pero a todos nos alegró encontrarnos con hermanos de la Iglesia de España, con nuestros obispos, y con una homilía del Cardenal Omella muy sugerente. A continuación tuvo lugar un festival animado para los jóvenes. El cansancio y el tiempo que tardé en coger la cena hicieron que no participara muy activamente en el momento festivo. Reconozco que me gustó ver a Nacho Cano y su gente de Malinche cantando una preciosa canción sobre el bautismo. Intervinieron distintos artistas españoles del ámbito eclesial, como Toño Casado, La voz del desierto o Grilex entre otros. Creo que los jóvenes lo disfrutaron. A las 23.00 nos esperaba una hora de caminata hasta el colegio, y lo hicimos con mucho ánimo y con una preciosa luna sobre el mar que nos acompañó.







Martes y miércoles fueron días para visitar Lisboa y participar en alguna de las múltiples propuestas que la Jornada Mundial ofrecía. Había un gran despliegue de actividades, desde la feria vocacional en la preciosa zona de Belén, hasta películas, exposiciones, conciertos, conferencias, testimonios, torneos deportivos y un largo etcétera. 


El primer día acabamos la jornada dándonos un baño en la playa de Carcavas, y haciendo amigos de Colombia, Brasil y sobre todo USA. El segundo día el grupo parroquial se dividió para participar en distintas ofertas: adoración de Effetá y concierto de Hakuna; Adoración guiada por la Madre Verónica, fundadora de las religiosas Iesu Communio; visita al monumento al Sagrado Corazón de Jesús de Lisboa, y participación en la alabanza, catequesis y adoración de Lifeteen. Momentos de gracia todos ellos. 





Uno de los elementos propios de las JMJ´s son las catequesis de los obispos. Pudimos asistir a una que predicaba precisamente el de Getafe muy cerca de donde nos alojábamos. Allí se confesaron muchos jóvenes, compartieron, reflexionaron y rezaron. Después de la Eucaristía pudimos sacarnos una foto con nuestro prelado, que nos la guardamos para la posteridad. 





A partir del jueves la actividad se centró en participar en los eventos presididos por el Papa Francisco. Jueves y viernes, en el monte del encuentro, asistimos a la acogida y al viacrucis. Fueron horas de desplazamiento, caminata, calor y espera; pero también de compartir, conversar, cantar, conocernos. Después, momentos de escuchar al santo padre, de rezar con él y por él, y de incluso verle más de cerca. Esas horas compartidas han sido claves para que el grupo se conozca más, se forjen las relaciones, y el Señor nos una. 






El fin de semana estuvo marcado por el desplazamiento hasta el parque del Tajo, donde tuvo lugar la vigilia y la misa de envío, actos centrales de la JMJ. Los medios de comunicación hablan de un millón y medio de participantes. Las imágenes aéreas son muy impresionantes. Los que hemos participado en otras jornadas de este tipo sabemos que es muy importante llegar pronto a la zona asignada, porque ante tal cantidad de personas es factible que uno llegue a su sitio y esté abarrotado. Con esa idea en la cabeza emprendimos el camino hasta Parque Tejo, primero en autobús, que nos “acercó” hasta las inmediaciones. Después, casi 4 horas andando -con paradas entre medias- hasta que logramos llegar a la meta. La recogida de la comida también formaba parte de la “gymkhana”, y gracias a Dios -y a mi compañero de parroquia y aventuras el P. Álvaro- conseguimos la comida con mucha facilidad. 





La tarde en Parque Tejo pasó rápido. Instalarse, comer, hacer cola para recargar las botellas, y en seguida comenzó la música de Hakuna que fue un momentazo. Media hora larga cantando y bailando con los jóvenes unos temas muy pegadizos y animados, que hablan de la vida y de Dios, y también le hablan a Dios.





Y en seguida llegó el Papa, y comenzó la vigilia. Apenas un testimonio impactante de una joven cristiana perseguida que tuvo que huir de su país para salvar la vida y mantener la fe. ¡Qué impresión causa saber que a día de hoy muchos hermanos se juegan la existencia por ser amigos de Cristo! Ojalá se nos pegue algo, mucho. 


A continuación una performance con baile y un juego de drones luminosos nos invitó a “levantarnos” y “seguir” a Cristo, imitando la actitud de la Virgen María recogida en el lema de la Jornada. El papa entonces nos dirigió la palabra para agradecer nuestra presencia. Nos recordó que “María va (a servir a su prima) porque ama, y “el que ama, vuela, corre y se alegra” (Imitación de Cristo, III, 5). Eso es lo que nos hace el amor”. 


Nos enseñó que la alegría de María es una alegría misionera. “¡La alegría es misionera!”. Por eso nos dijo el sucesor de Pedro que debemos llevar esa alegría a los demás. 


Nos invitó Francisco a recordar que esa alegría nos la han transmitido nuestras “raíces”, y nos regaló un momento de silencio para pensar, agradecer y rezar por aquellos que nos legaron la fe. Fue un momento hermoso. 


Después su santidad compartió una anécdota que ya le había escuchado -no recuerdo cuándo-. Resulta que los montañeros tienen un canto que dice: “en el arte de ascender lo importante no es no caer, sino no permanecer caído”. Porque el que permanece caído dice el papa que se “jubila de la vida”. En este sentido, el papa nos recordó que cuando uno cae lo que hay que hacer es ayudar a levantarlo, y que es la única vez que nos es lícito mirar a alguien de arriba abajo: cuando hay que levantarle. 


En penúltimo lugar Francisco usó una imagen futbolística para recordarnos la importancia de “entrenar”. “Detrás de un gol, ¿qué hay? Mucho entrenamiento. Detrás de un éxito ¿qué hay? Mucho entrenamiento.” Así que nos invitó a entrenarnos : )


Por último nos recordó que en la vida sólo hay una cosa gratis: El amor de Jesucristo. Y a continuación tuvimos el regalo de poder adorarle en su presencia eucarística. PAra mí fueron los momentos más conmovedores de la JMJ: cientos de miles de jóvenes se arrodillaron y adoraron al Señor en silencio. Impresionante. 





La noche transcurrió en un abrir y cerrar de ojos. Cerré los míos escuchando de fondo a los jóvenes del camino neocatecumenal cantando y bailando sus sones -eran muchos : )- y los abrí a las 5 de la madrugada para dirigirme al lugar donde concelebraríamos los sacerdotes. Puede ver de cerca el escenario -simplemente espectacular-, rezar la liturgia de las horas, y cuando me disponía a dormir un poco hasta que comenzara la Misa… Comenzó la sesión musical del sacerdote brasileño DJ. Personalmente me agradó ese momento. No me pareció inadecuado o fuera de lugar. Puede hacerse de otra manera, con otro estilo, es cierto. Pero no creo que esto descarte una sesión musical que despertó -y con mucho ánimos- a miles de jóvenes. Por cierto, la sesión concluyó a las 8.00, una hora antes de que comenzara la Misa. Hubo tiempo para disponerse adecuadamente a la misma. 





El Papa en su homilía de envío nos habló de tres elementos: resplandecer, escuchar y no tener miedo. Nos dijo que “nos volvemos luminosos cuando acogiendo a Jesús aprendemos a amar como Él. Amar como Jesús, eso nos hace luminosos, eso nos lleva a hacer obras de amor”.


En cuanto a la escucha, el Papa hizo una aplicación muy sencilla: “agarrá el evangelio y leé lo que dice Jesús y lo que dice en tu corazón. Porque Él tiene palabras de vida eterna para nosotros.” Así de sencillo, así de directo. 


Por último, tomando una de las palabras más repetidas en la Sagrada Escritura, y la que es probablemente la expresión más conocida del papa san Juan Pablo II, Francisco nos dijo: “Queridos jóvenes, quisiera mirar a los ojos de cada uno de ustedes y decirles: no tengan miedo. Es más, les digo algo muy hermoso, ya no soy yo, es Jesús mismo quien los está mirando en este momento. Nos está mirando. Él nos conoce (…) y Él hoy les dice, aquí en Lisboa, en esta Jornada Mundial de la Juventud: “no tengan miedo”. Y así terminó su homilía. 





Al terminar la Misa el santo padre nos informó de que la próxima JMJ será en Seúl, en Corea del Sur, en 2027, y que en 2025 nos espera en Roma en el jubileo de los jóvenes. Y en ese momento, mientras se pronunciaban las últimas palabras de agradecimiento, muchos de nosotros comenzamos la salida del campo Tejo. Tres horas después estábamos ya en nuestro autocar, deseando llegar a nuestras casas y reposar todo lo vivido, y dormir en nuestras camas : )


Epílogo: Una pequeña prórroga


Termino compartiendo una última anécdota. En el camino de regreso a España el autocar se averió. Nos faltaban aún cinco horas para llegar a nuestro destino. Estábamos deseando llegar a casa y la circunstancia se nos ponía cuesta arriba. Nos pusimos a rezar para vivir mejor esta contrariedad, y la Virgen nos ayudó a vivirla como un momento de gracia. Los jóvenes aprovecharon para charlar, cantar, jugar al fútbol, tocar la guitarra… Hubo ocasión para reunirnos todos y escucharnos. En ese momento nos hicimos la foto de grupo joven Juan Pablo II, con la camiseta diseñada para esta ocasión, que contiene los nombres de todos los integrantes en la espalda formando una cruz, y que tiene estampada al frente una frase del papa polaco: “el amor vence siempre”. Así lo vivimos nosotros. Cinco horas después nos recogió otro autobús, y a las 4.30 de la madrugada llegamos a Ciempozuelos, dando gracias a Dios por tanto vivido. 





Ahora queda asentar, decantar y hacer propio lo sembrado en estos días. La siembra ha sido abundante; deseamos que crezca en nosotros y dé frutos abundantes, que duren, frutos de vida eterna. Queremos que el Dios de la vida, que está vivo y nos quiere vivos, nos haga vivir en abundancia (Jn 10, 10). Contamos con vuestras oraciones para que esto suceda.    

 




lunes, 15 de agosto de 2022

Y SOPLÓ EL ESPÍRITU

Aprovechando unos días de descanso, me he parado a considerar ante el Santísimo las gracias que el Señor ha derramado en mi vida en este curso (2021-22), y han sido muchas, seguramente muchas más de las que soy consciente. Y para que consten, y para que se fijen más en mi alma, y para que otros den gracias a Dios por su amor, he decidido plasmarlas en estas líneas. Y pensando en cómo titular este escrito, me ha venido a la mente que se ha tratado de un paso del Espíritu Santo, quizá más fuerte que en otros momentos, y de ahí lo del soplo, soplo del Espíritu. 




En este resumen-balance del curso 2021-22 lo primero que viene a la mente y el corazón es un inmenso “¡Gracias!”. Dios nos acompaña, nos cuida, nos quiere. Se manifiesta en mil detalles y en mil personas. Permitidme, en esta clave, destacar algunas de esas presencias con sabor a salvación que nos ha regalado. 



En este curso han sido cuatro las jóvenes de la parroquia que han dado un paso adelante en su camino vocacional hacia la vida consagrada. Nunca en mi vida como sacerdote se había dado en esta proporción. Dos jóvenes a la vida contemplativa, de clausura. ¡Qué misterio que Dios llame a sí a jóvenes vidas para desposarlas, y para hacerlas vida para otros! Las dos más jóvenes han decidido el carisma mixto de contemplar y compartir lo contemplado en el Instituto Mater Dei. ¡Cuánto bien he recibido de la vida religiosa femenina, y cuánto sigo recibiendo! A este respecto, debo destacar a la Hna María de la Cruz, con la que durante siete años he compartido apostolado y amistad y mucha presencia de Dios. En este curso ha sido destinada a su Argentina natal. Que (nos) siga ayudando en su tierra a tantos como ha ayudado en la nuestra, que hemos sido muchos. 













Otro soplo fuerte del Espíritu ha sido conocer el Proyecto Amor Conyugal (PAC); a José Luis y Magüi -sus iniciadores-; a Carlos y Ana, sus estrechos colaboradores. Este itinerario de encuentros pensado para los matrimonios, para que vivan su vocación al amor tal como Dios la pensó, es un verdadero regalo. Pude participar en uno de sus retiros, y flipé : ) Qué hermosura, qué bien pensado, qué renovador, qué profundo, qué salao, qué bomba, qué revolución… Todo esto pensé y sigo pensando. A lo largo de estos meses más de una decena de matrimonios han disfrutado de los retiros y de las catequesis PAC. Si Dios quiere, en 2022-23, queremos que sean muchos más los que reciban este regalo, esta caricia de Dios, este soplo del Espíritu.






Renovador ha sido también el nacimiento del grupo Juveniles Acutis Pro. Una quincena de chavales entre los 15 y los 18 años que quieren vivir con frescura y profundidad su amistad con Cristo, en la Iglesia, con Carlo Acutis como referente. Un auténtico regalo, una maravilla de chavales. Ya han ido algunos como premonitores de campamento, participan en el coro parroquial, se encargaron de las alfombras en la fiesta del Corpus, han peregrinado recientemente a Fátima, y en el futuro seguirán tomando riendas. Prometen. 








Otro fruto del Espíritu ha sido la pequeña semilla de Cursillos de Cristiandad que ha sido plantada en Ciempozuelos. Una decena de adultos, después de tener un encuentro renovador con el Señor y su Iglesia por medio de un cursillo de cristiandad, han decidido continuar profundizando en su experiencia cristiana de la mano de este movimiento. Cuidaremos la semilla para que crezca y siga dando frutos. 




Y con un soplo parecido del Espíritu han llegado a la Parroquia los retiros de Emaús y Effetá, verdaderas ráfagas. De momento los pocos hermanos que han participado en ellos han regresado con mucho brío, con mucha fuerza. Queremos cuidar y acompañar todo lo que existe en la Parroquia, y acoger e impulsar todo lo que revitalice y renueve la vida cristiana, y estos instrumentos lo hacen, no cabe duda. Veremos cómo sigue la siembra. 




De modo más discreto han estado presentes a lo largo del curso las adoraciones mensuales al Santísimo acompañadas por el grupo de matrimonios Juan Pablo II. Esta semilla nació a raíz del visionado de la película documental “Vivo” (muy recomendable!), que nos lanzó a exponer a Cristo Eucaristía en Hora Santa al menos una vez al mes. Ha sido precioso. Ponernos ante el Señor siempre da fruto. Ojalá esta senda eucarística se ahonde y extienda. 




En primavera tuvimos dos hitos importantes en el camino. Antes de Semana Santa la parroquia se lanzó a realizar un gesto público de manifestación de la fe: un viacrucis extraordinario y una misión parroquial, todo al hilo del Año de la Sinodalidad. El viernes 1 de abril las calles del pueblo acogieron el rezo de las catorce estaciones preparadas por todas las distintos grupos y realidades eclesiales de Ciempozuelos. Además contamos con la presencia de hermanos ucranianos con los que rezamos por la paz y el fin de toda guerra. El sábado y el domingo se sucedieron diversos momentos de anuncio de la fe y de invitación a participar en las cercanas fiestas de Semana Santa: en los oficios, las procesiones, el sacramento de la reconciliación. ¡Ah! y los seminaristas representaron en el centro San Juan de Dios la obra del “Divino impaciente” de Pemán. Una preciosidad. Fue un intenso fin de semana. 












El otro hito primaveral fue la celebración de las bodas de plata sacerdotales de nuestro párroco, D. Israel Guijarro. Fue muy bonito ver la fidelidad de Dios en su ministro, y el afecto y agradecimiento del pueblo de Dios para con aquel que les hace presente el sacerdocio de Cristo. Que por 25 años más de entrega y fidelidad!  




Junto a todo ello ha habido encuentros puntuales muy gozosos y profundos. En diciembre pasó por Ciempozuelos la Comunidad Cenáculo, con su ráfaga del Espíritu: espíritu de conversión y de vida nueva; de libertad ante las cadenas modernas, y de centralidad de la fe en Cristo y su poder sanador. 



También en diciembre visitaron la parroquia el coro voces para la convivencia y la coral Santiago Apóstol. Un regalo que pudiéramos escuchar cantos de Navidad de voces tan cuidadas. Junto al regreso de Natívitas -el festival navideño parroquial-, supusieron una preciosa preparación para las fiestas del nacimiento de Jesús. 






Para terminar el curso la providencia nos puso en el camino de Gregoire, un laico africano que lleva cuarto de siglo ayudando a las personas con enfermedad mental a salir del estigma que les han asignado. En realidad no nos cruzamos con él, sino con unos hermanos que desde España hacen todo lo posible por colaborar con Gregoire y sus enfermos. En concreto, llevaron a cabo en Ciempozuelos la representación benéfica de una obra de teatro para obtener recursos y enviarlos a África. También estuvimos ahí.





El verano ha traído consigo un precioso campamento parroquial en la sierra de Gredos, la sexta edición de “Montañas de Misericordia”. También dos peregrinaciones con juveniles y jóvenes a Fátima y Lourdes, pasando también por importantes lugares martiriales como Barbastro o el monasterio de El Pueyo. Una preciosa boda y hasta alguna primera comunión muy especial. En fin, muchos regalos.










En el ámbito personal también ha habido momentos muy especiales, como la Comunión de mi ahijado Luis Marie, la entrada en la Iglesia católica de la joven Sara, el bautizo de Carmencita y de María (un milagrito), cargar por primera vez en mi vida con el paso de la Virgen, y más recientemente la vocación de a Salesa de la joven Mónica. Y en otro orden de cosas, he recuperado varias veces mi bici -después de haberla perdido otras cuantas- y el Madrid ha ganado casi todo esta temporada, que en algún lugar había que ponerlo : ) [AH! y el grupo de deportistas que se ha montado] 













Gracias Señor por tus delicadezas y tus misericordias. Hay mucho más que agradecer, pero no todo se puede compartir. Sigue enviándonos tu Espíritu, que el mundo lo necesita. Que todos te conozcan y te amen y se salven. Amén.  



PD. Rumbo a la JMJ de Lisboa : )